En apariencia lo tenía todo: Un buen trabajo que me permitía viajar y tener una vida cómoda en Europa. Tenía amigos de diferentes nacionalidades y con los que podía tener ratos agradables. Como nunca soñé con casarme ni tener hijos tenía un amante. Vivía bien en Ámsterdam.
Pero aun así, tenía la sensación de que algo me hacía falta.
Tuve esa sensación casi toda mi vida. No sabía lo que era y por más que lo pensara, no encontraba una respuesta.
Terminé el año 2,018 con 6 viajes, más de 10 fiestas y con nuevas amistades. Para una vida vacía pero alegre como la mía esto era todo un gran acontecimiento.
A principios del 2,019 se me presentó una oportunidad para comprar un apartamento en Ámsterdam. Había que presentar una serie de documentos y luego iban a hacer un sorteo entre los que tuvieran todos los requisitos porque los solicitantes eran muchos pero los apartamentos eran pocos.
Yo envíe los documentos solicitados y me olvidé del tema. A los 4 meses me entró una llamada telefónica diciendo que yo había sido seleccionada para comprar un apartamento. La oferta era buena y me puse a pensar si realmente la iba a tomar. Desde hacía años rondaba la idea en mi cabeza de cambiarme de país, probar un año en Latinoamérica o en España y ver que sucedía. Si compraba el apartamento estaba atada a Ámsterdam.
Mi intuición me decía que lo comprara. Era tan fuerte mi intuición que hasta llegué a pensar que tal vez mi papá y mi abuelo (los dos desde el más allá) estaban queriendo convencerme de la idea. Yo lo dejé al destino porque para comprar un apartamento en Ámsterdam es un papeleo de locos y se necesitan varias autorizaciones. Si me salía la compra, me quedaba unos años más en Ámsterdam. Si no, pues miraba a donde me iba.
Mientras tanto también empecé a hacer cambios en mi vida. Me metí al gimnasio y empecé a salir menos pero todavía me costaba disfrutar de mi hogar.
Yo entregaba cada documento que me pedían para la compra del apartamento y solicitaban otro más. Después de 5 meses de negociaciones por fin me confirmaron que había un banco que me iba a dar el préstamo y que todos los papeles estaban en orden.
El apartamento todavía estaba en construcción así que me lo entregaban en Diciembre del 2,019. Cuando me lo entregaron, entre comprar cosas, hacerle cambios y mudanza estuvo listo el 13 de febrero del 2020. Apenas llevaba 3 semanas en mi apartamento cuando empezó la Pandemia del Coronavirus del 2020.
Y este fue el punto de no retorno donde mi vida dio un giro de 190 grados. ¿Qué sucedió cuando empezó el Coronavirus?
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