Cuando era niña me enseñaron que tenía que agradecer. Recuerdo que empezaba las oraciones con “Te agradezco por…” pero esas oraciones eran repetitivas y nunca tenía mis pensamientos totalmente en ello.
Me enseñaron a hacer oraciones pero no me enseñaron cuál era el propósito real de agradecer.
El propósito de agradecer es alinear tus pensamientos con tu corazón. Al crecer aprendemos a enfocarnos en lo que carecemos: no tengo una casa más grande, quiero un carro deportivo, etc. No tengo… quiero… pero ¿acaso nos damos cuenta de todo lo que ya tenemos?
Cuando empecé a agradecer me dijeron que escribiera 3 cosas por las que estaba agradecida cada día. Y me dijeron que agradeciera hasta por las cosas malas que me sucedían. Era sencillo, solo me quitaba dos minutos de mi día.
Empecé mi ejercicio de agradecimientos el 4 de julio del 2020 y de entrada agradecí por algo que para mí en ese entonces era malo “agradezco este nuevo día lluvioso”. Casi 3 años después de estar agradeciendo puedo decir que un día lluvioso ya no entra entre lo “malo”. Cambié totalmente de parecer. Detestaba mojarme y ahora hasta me gusta porque puedo sentir la lluvia ya que hay personas que están postradas en cama y no pueden hacerlo nunca. La lluvia ayuda a las plantas crecer, a los granjeros con su cosecha e inclusive ayuda a algunas personas que no tienen recursos a saciar su sed. Así que ahora veo la lluvia como una bendición y no como algo desagradable.
Así que el ejercicio de agradecimientos le ha dado un giro a mi manera de pensar porque mis pensamientos ahora están alineados a mi corazón. Ahora me la paso agradeciendo todo el día sin necesidad de escribir porque realmente agradezco por todo lo que tengo y me sucede.
Las afirmaciones (positivas) son otra cosa magnifica. Las afirmaciones son frases que nos decimos a nosotros mismos en voz alta y de forma repetitiva para reafirmar nuestra autoestima, seguridad en nosotros mismos y también para ayudarnos en situaciones caóticas.
Yo empecé poniendo afirmaciones en “post-it” en todos los rincones de mi casa. Uno de mis post-it favorito es una frase de Tony Robbins: “Donde está tu foco de atención fluye la energía”. Tanta verdad en una frase: Si te enfocas en cosas negativas entonces tu energía se desperdicia en ellas.
Empecé a seguir perfiles en el Instagram que me dan frases positivas diarias. Aunque no las leo todas en voz alta las leo y afirmo en mi interior. Pero hay que tener cuidado con los perfiles que se siguen y las frases que uno quiere afirmar porque hay frases que solo invitan a la venganza, al desamor, al rencor y la discriminación.
Hace unos días me inventé una frase para alguien que estaba en una situación en la que se sentía derrotado: “¡Estoy en Paz! ¡Soy un Guerrero! ¡Soy Fuerte!”. Después de repetir esta frase varias veces uno cambia de estar derrotado a sentirse poderoso.
Estos dos ejercicios son sencillos, no requieren ningún esfuerzo físico ni gasto de dinero y hacen un cambio positivo en tu vida en poco tiempo. Te invito a que lo pruebes si no lo has hecho ya.
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